Muhammad Ali, una leyenda tan amada como odiada

"Soy joven, soy guapo, soy rápido, soy elegante y posiblemente nadie me puede vencer". 

Con esta frase se forjo una leyenda: el boxeador Muhammad Ali. La pronunció una vez que le arrebató el trono al entonces campeón mundial de los pesos pesados Sonny Liston. De esta forma entró a formar parte de la historia de la cultura occidental, hasta nuestros días que se le reconoce como el boxeador más grande de todos los tiempos. Pero no solo eso: Alí es, para muchos, el mejor deportista de toda la posteridad. Y como tal tiene que ser recordado, cuanto menos mencionado en este post.

Nació en 1942 como Cassius Marcellus Clayen. No obstante,  paso a denominarse Cassius X pues sus apellidos hacían alusión a sus antecesores: esclavos afroamericanos. Luego, pasó a ser Muhammad Alí, una vez que estuvo totalmente integrado en la religión del islam. Por ello, si hay que tener noción de alguna vida interesante, ésta es la de este peculiar boxeador. Alí, con esa personalidad única que le caracterizaba, lanzó más de alguna `perla´ tan exacta y precisa como una de sus puñaladas. Éste es un ejemplo de lo que le dijo Muhammad Alí a los periodistas, una vez convertido en campeón del mundo:

"¡Quiero que todo el planeta sea testigo! ¡Soy el más grande! ¡Soy la conmoción del mundo! ¡Acabo de cumplir veintidós años y he liquidado a Sonny Liston! ¡Soy el rey¡... ¡Soy el rey del mundo! ¡Ahora tráguense sus palabras! ¡Ahora tráguense sus palabras!

Sus excentricidades hicieron de este boxeador negro un icono amado y odiado a partes iguales. Es indudable que dejo una huella importante en el terreno deportivo. Pero también pasó a la historia por revindicar los derechos civiles de la población negra y por oponerse a la guerra de Vietnam que caracterizó la década de los años sesenta en la sociedad estadounidense.

"¿Por qué me piden ponerme un uniforme e ir a 15000 kilómetros de casa y arrojar bombas y tirar balas a gente de piel oscura mientras los negros de Louisville son tratados como perros y se les niegan los derechos humanos más simples? No voy a ir a 15000 kilómetros de acá y dar la cara para ayudar a asesinar y quemar a otra pobre nación simplemente para continuar la dominación de los esclavistas blancos"(ante la Guerra de Vietnam) .

  

Pero, poco a poco, se fue apagando la llama del considerado «deportista del siglo» debido a que empezó a desgastarse. Su retirada definitiva del ring la anunció el 3 de febrero de 1979. Y un año más tarde, comenzó a notar que su cuerpo no respondía. Poco a poco, y como ninguna leyenda es eterna, desarrolló Parkinson, lo que iría deteriorando su salud. Esta enfermedad neurodegenerativa tuvo parte de su origen en el constante castigo que recibió durante los años en los que transcurrió  su carrera. 

"Odié cada minuto de entrenamiento, pero dije, 'No renuncies. Sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón".